martes, 15 de noviembre de 2011

Construcción del siglo XXI - I - Nueva sede de Idom en Madrid: la “no-oficina” eficiente.



          Gracias al trabajo conjunto de arquitectos e ingenieros, la nueva sede en Madrid de la empresa de ingeniería Idom y la firma de arquitectura del grupo (ACXT) se ha convertido en una referencia imprescindible en el terreno de la eficiencia energética, el confort y el ahorro de agua en un edificio de oficinas.

En las premisas iniciales se dio la paradoja de que en el proyecto el cliente era también promotor, arquitecto, constructor y usuario. Y a ello se le sumaba que “era obligado hacer de la energía, los sistemas portantes, la climatización, la luz, la orientación, la gestión del agua o del espacio y las estrategias sostenibles la razón final de los códigos sobre los que se apoyaran las referencias formales y arquitectónicas del proyecto, y no al revés”.

La pretensión inicial del encargo era sencilla: construir un edificio para albergar la actividad de Idom que a la vez le representara y se convirtiera en tarjeta de visita para sus clientes. “Ser capaces de explicar desde su sede física su cultura y sus procesos de trabajo; una oportunidad  para convertir un edificio en escaparate de su filosofía”.

La “no-oficina”

Así, se pretendía crear un ambiente más cercano a un lugar doméstico, que rompiera los axiomas del edificio de oficinas tradicional. Un espacio sin falso techo, sin falso suelo, con carpinterías de madera, conductos de tela, paredes de fábrica vista, impulsión de aire a baja velocidad y temperatura ambiente, ventanas practicables…, en definitiva, una no-oficina.

Y para lograrlo se utilizó una climatización en base a sistemas radiantes aprovechando la alta inercia térmica de la estructura y de sus forjados postensados de hormigón. Una impulsión de aire exclusivamente concebida para la renovación a baja velocidad desde conductos de tela limpiables y sin contaminación acústica. Grandes luces estructurales que permiten un espacio fluido y flexible. Protección solar a sur, y luz matizada de norte. Una percepción de un lugar continuo, tanto en horizontal como en vertical. Un entorno donde se introducen fragmentos de naturaleza, jardines colgantes, fachadas vegetales. Una correcta estrategia de reutilización del agua aprovechado, a su vez, para el disfrute visual y acústico.

Lo que se buscaba, en definitiva, era un edificio rigurosamente sostenible, que encerrara un adecuado balance entre los aspectos ecológicos, económicos y sociales, y que permitiera trabajar bajo un clima saludable (sin frío, sin calor, sin deslumbramiento, sin elementos tóxicos, etc.). Un edificio de costo razonable, mantenimiento sencillo, fácil de usar y entender, flexible, amable en su presentación, adaptable a los cambios, bueno-bonito-barato, maximalista en su pretensión; altamente tecnificado con baja tecnología, y complejo en su concepción, sencillo en su resolución.

Primer edificio de su clase en España que utiliza la tecnología TABS

El edificio de Idom utiliza el Sistema hidrónico, conseguido gracias al TABS (Thermally Active Building System): este concepto, ya aplicado en la antigüedad, fue usado de nuevo a principios del siglo XX y se encuentra actualmente muy extendido. Aproximadamente un tercio de la nueva edificación en Alemania lo utiliza. En España, éste es el segundo edificio con esta tecnología y el primero con la combinación TABS Conductos textiles.

 Debido a este aspecto y a otras medidas adoptadas, se ha conseguido en la nueva sede madrileña:

• Reducir las emisiones de CO2 en un 64% respecto del edificio de referencia establecido por la normativa vigente.
• Que el 100% del agua acumulada se depure y se reutilice, tanto para el sistema de riego como para el tratamiento y uso de aguas sanitarias, y que también se emplee en el sistema de enfriamiento de la estructura por evaporación.
• Disminuir en un 50% la demanda energética del edificio y en un 75% la energía final consumida.



Fuente: Revista panel (Fundación laboral de la Construcción)

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